

Final alternativo de
Por Rodolfo Widmore y Freckles.
Vemos el océano, siempre tan calmo cuando se ve a la distancia, tan grande y desconocido. (Luego la cámara comienza a descender y escuchamos el sonido que tiene el romper de olas contra la madera...)
Frente a nuestros ojos, un pequeño barco va cruzando el Océano Pacifico, con un cargamento bastante importante.
Los marineros desempeñan sus labores habituales. El cocinero prepara todo para una de esas cenas de alta mar a la que todos ya están acostumbrados.
Los días se suceden casi sin que lo noten, porque a pesar de todas las precauciones, el barco ha perdido su rumbo.
Han pasado ya varios días desde que no ven nada más que la inmensidad azul.
El capitán del barco se encuentra parado en la proa, observando a la distancia, pero perdido en sus pensamientos.
En el mástil más alto, el contramaestre grita repentinamente: “¡Tierra a la vista! ¡Tierra a la vista!”.
El capitán parece sorprendido, aunque permanece todavía de espaldas hacia nosotros.
Hace un gesto con la mano, y un marinero deja sus labores para ir corriendo y entregarle un catalejo. El capitán comienza a observar lentamente...
Y logra ver tierra. Es una isla.
“Parece que no estamos tan perdidos, después de todo”, dice mientras gira para mirar al marinero con una sonrisa en el rostro.
Cuando se da vuelta, podemos ver una cara familiar en este capitán...
Es Richard Alpert.
(La cámara ahora vuelve a mostrarnos el barco, desde atrás y a medida que va avanzando, lo último que vemos es el nombre del barco: “Black Rock”…).
Por Rodolfo Widmore y Freckles.