Damon Lindelof ha comentado en un artículo para el periódico The New York Times cuál es su particular visión sobre el final que debería tener el final de Harry Potter.
Aunque no sea más que por el aval que merece como productor y director de Lost, es interesante leer y oir lo que Damon Lindelof tiene que decir sobre el posible final de las aventuras de Harry Potter. A continuación dejamos la traducción del artículo, que se titula The Boy Who Died (El niño que murió) y un fichero de audio para el que prefiera oirlo.
A nosotros los americanos nos gustan los finales. No - necesitamos los finales.
Los ingleses no tienen tales problemas, ellos muestran que tienen paciencia ilimitada (lo cual explica el cricket) cuando se trata de temas como los “desenlaces”. Los yanquis, sin embargo, no queremos finales froufrou. Queremos que las cosas queden definitivamente bien atadas.
Y por “cosas” quiero decir, muchas personas muertas. Y por definitivamente atadas, quiero decir en formas terribles, que idealmente envuelven muchas explosiones gratuitas.
Nos gustan verdaderamente las explosiones gratuitas y nos gustan cuando los personajes tiene frases concisas como por ejemplo “deberías dejar de fumar, McCorkle”.
A Lost, que anunció su gran final de 48 episodios y tres temporadas, sorprendentemente ya han anunciado que lo pre-odian y que el sentimiento que prevalece parece ser el de un final muy loco para tener sentido o anticlimático para haber justificado las 6 temporadas que lo precede.
Estoy emocionado por esta evaluación ya que, verdaderamente, no hay otro lugar a donde ir más que hacia arriba.
JK Rowling se encuentra a si misma con el problema opuesto, su historia y su escritura han cautivado la expectación del mundo hasta el techo, en realidad no debería importar como la señora Rowling ejecute su final, pero algunas personas (ok, en realidad yo) juzgaremos todo lo que fue precedido y basándonos en el poco splash que hubo cuando ella cayó en el agua.
¿Justo? No. Pero ¿que podrías esperar de una persona a quien le gustan las explosiones innecesarias y frases baratas?
Leí un artículo recientemente que decía que el 80% de las encuestas norteamericanas decían que pensaban que Harry no sobreviviría al final del libro, es como en el caso de muchas encuestas, probablemente un grado de auto-realización, en otras palabras queremos que el pequeño mocoso se muera.
Ok esto no fue un artículo fue un insertado en US Weekly, lo cual hace que mi punto no sea menos válido. ¿Así que por qué queremos que Harry se vaya al gran partido de Quidditch en el cielo?
Los padres del niño Potter fueron brutalmente asesinados, paso su niñez en un armario, y cada año uno de sus amigos se muere. No le ofrecimos ninguna de nuestra simpatía, le ofrecimos nuestra lujuria por la sangre.
¿Nos sentimos apenados por Harry? No. Queremos que se eche una siesta sucia. Y es por eso que queremos ser sorprendidos.
Porque si hay algo que nos gusta más que las explosiones, son las sorpresas. Y aunque 8 de 10 de nosotros queremos que él muera, sabemos en nuestros corazones que él no se va a morir.
Y es por eso que la Señora Rowling podría atreverse.
Ella no puede matar a Harry porque hay reglas que deben seguirse cuando se trata de finales de una gran mitología. El bien triunfa sobre el mal. La esperanza triunfa sobre la desesperanza. El papel cubre la piedra. Harry gana. Voldemort pierde. Los ewoks cantan.
Esto es precisamente por lo que Harry debe morir.
Porque será trágico. Y emocional. Y sorprendente. Pero más que todo… será lo justo.
Porque la señora Rowling primera nos llevo de la mano y nos mostro el camino de su historia, una historia muy brillante y ella, con mucha valentía, nombró su primer capítulo “El niño que vivió”.
Venimos a aprender que Harry ha sobrevivido a intentos de asesinado… sus padres sacrificaron sus vidas para que él viviera. Y el final más reconfortante sería el cual logre un acto similar de autosacrificio y me regocijaré en una risa tonta si, cuando llegue al último capítulo, encuentro que se titula “El niño que murió”
Lo siento niños. Espero que Harry compre la granja. Aunque se que él no lo hará. Sin embargo…
¿Puede que El-que-no-debe-ser-nombrado lance un hechizo final a Harry? ¿Como una maldición mega-Abracadabra a la que nadie pudiera sobrevivir? ¿Y si Harry tal y como en los efectos de Matrix-slow-motion utiliza su varita mágica para rechazar el hechizo? ¿y luego su oponente totalmente explotara en todas partes en miles de pedazos de carne de reptil? Y luego Harry soplara la punta de su varita mágica y dijera: “Te dije que no soltaras groserías, Voldemort”.
Como se puede observar, se nota, y mucho, el toque trágico de su serie estrella. Habrá, pues, que esperar al último capítulo de Harry Potter para ver si J.K.Rowling le hace caso a Lindelof y se carga a Harry o no.
Aunque no sea más que por el aval que merece como productor y director de Lost, es interesante leer y oir lo que Damon Lindelof tiene que decir sobre el posible final de las aventuras de Harry Potter. A continuación dejamos la traducción del artículo, que se titula The Boy Who Died (El niño que murió) y un fichero de audio para el que prefiera oirlo.
A nosotros los americanos nos gustan los finales. No - necesitamos los finales.
Los ingleses no tienen tales problemas, ellos muestran que tienen paciencia ilimitada (lo cual explica el cricket) cuando se trata de temas como los “desenlaces”. Los yanquis, sin embargo, no queremos finales froufrou. Queremos que las cosas queden definitivamente bien atadas.
Y por “cosas” quiero decir, muchas personas muertas. Y por definitivamente atadas, quiero decir en formas terribles, que idealmente envuelven muchas explosiones gratuitas.
Nos gustan verdaderamente las explosiones gratuitas y nos gustan cuando los personajes tiene frases concisas como por ejemplo “deberías dejar de fumar, McCorkle”.
A Lost, que anunció su gran final de 48 episodios y tres temporadas, sorprendentemente ya han anunciado que lo pre-odian y que el sentimiento que prevalece parece ser el de un final muy loco para tener sentido o anticlimático para haber justificado las 6 temporadas que lo precede.
Estoy emocionado por esta evaluación ya que, verdaderamente, no hay otro lugar a donde ir más que hacia arriba.
JK Rowling se encuentra a si misma con el problema opuesto, su historia y su escritura han cautivado la expectación del mundo hasta el techo, en realidad no debería importar como la señora Rowling ejecute su final, pero algunas personas (ok, en realidad yo) juzgaremos todo lo que fue precedido y basándonos en el poco splash que hubo cuando ella cayó en el agua.
¿Justo? No. Pero ¿que podrías esperar de una persona a quien le gustan las explosiones innecesarias y frases baratas?
Leí un artículo recientemente que decía que el 80% de las encuestas norteamericanas decían que pensaban que Harry no sobreviviría al final del libro, es como en el caso de muchas encuestas, probablemente un grado de auto-realización, en otras palabras queremos que el pequeño mocoso se muera.
Ok esto no fue un artículo fue un insertado en US Weekly, lo cual hace que mi punto no sea menos válido. ¿Así que por qué queremos que Harry se vaya al gran partido de Quidditch en el cielo?
Los padres del niño Potter fueron brutalmente asesinados, paso su niñez en un armario, y cada año uno de sus amigos se muere. No le ofrecimos ninguna de nuestra simpatía, le ofrecimos nuestra lujuria por la sangre.
¿Nos sentimos apenados por Harry? No. Queremos que se eche una siesta sucia. Y es por eso que queremos ser sorprendidos.
Porque si hay algo que nos gusta más que las explosiones, son las sorpresas. Y aunque 8 de 10 de nosotros queremos que él muera, sabemos en nuestros corazones que él no se va a morir.
Y es por eso que la Señora Rowling podría atreverse.
Ella no puede matar a Harry porque hay reglas que deben seguirse cuando se trata de finales de una gran mitología. El bien triunfa sobre el mal. La esperanza triunfa sobre la desesperanza. El papel cubre la piedra. Harry gana. Voldemort pierde. Los ewoks cantan.
Esto es precisamente por lo que Harry debe morir.
Porque será trágico. Y emocional. Y sorprendente. Pero más que todo… será lo justo.
Porque la señora Rowling primera nos llevo de la mano y nos mostro el camino de su historia, una historia muy brillante y ella, con mucha valentía, nombró su primer capítulo “El niño que vivió”.
Venimos a aprender que Harry ha sobrevivido a intentos de asesinado… sus padres sacrificaron sus vidas para que él viviera. Y el final más reconfortante sería el cual logre un acto similar de autosacrificio y me regocijaré en una risa tonta si, cuando llegue al último capítulo, encuentro que se titula “El niño que murió”
Lo siento niños. Espero que Harry compre la granja. Aunque se que él no lo hará. Sin embargo…
¿Puede que El-que-no-debe-ser-nombrado lance un hechizo final a Harry? ¿Como una maldición mega-Abracadabra a la que nadie pudiera sobrevivir? ¿Y si Harry tal y como en los efectos de Matrix-slow-motion utiliza su varita mágica para rechazar el hechizo? ¿y luego su oponente totalmente explotara en todas partes en miles de pedazos de carne de reptil? Y luego Harry soplara la punta de su varita mágica y dijera: “Te dije que no soltaras groserías, Voldemort”.
Como se puede observar, se nota, y mucho, el toque trágico de su serie estrella. Habrá, pues, que esperar al último capítulo de Harry Potter para ver si J.K.Rowling le hace caso a Lindelof y se carga a Harry o no.
Fuente: Series Blog
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